Cuando en Marzo se enarbolaban gritos de lucha y reivindicaciones estudiantiles tales como la situación de la TNE, el reajuste de la BMES y BAES (Becas de Mantención y Alimentación), me sentí obligado a la agitación de dichas demandas, pues a ese momento siempre me sentía obligado a ser agente político. En las mismas asambleas de la carrera (y curso) me esforcé y buscaba la quinta pata al gato para que mis propios compañerxs “sintieran” las demandas, pues el factor determinante de las luchas sociales es el sentir el por que se lucha, aquel que no se siente explotado no se levanta contra el explotador. Lo curioso de todo es que yo mismo no sentía las demandas, pues jamás he tenido becas (no lo digo con ningún juicio de valor, ni bueno ni malo ni nada), pero no podía dejar de intentar situarme en la posición de aquellos cercanos míos y desconocidos también, a los cuales estas becas y beneficios determinaban su estadía en la Universidad.
Creo que nadie estaba dimensionando lo que comenzábamos a levantar, y quien lo hizo fue dentro de una fantasía, un ideal que ansiaba algún día conquistar, pero no bajo lecturas coyunturales o programación.
Como militante de una organización de corte estudiantil, de izquierda revolucionaria, mi obligación es siempre aportar a la agudización de las crisis del sistema (entendía medio carajo de la complejidad que eso significaba) desde mi trinchera, la U. Y actué siempre en conjunto con mis, en ese entonces, reducidos compañerxs de la carrera (y en conjunto con lxs otrxs de otras facultades). De la nada, cuando comenzábamos a coordinarnos, reventó la problemática fundamental de lo que seria el conflicto; Financiamiento de la Educación y su cola, el Lucro.
Calles llenas, gritos originales, marionetas, lienzos, dragones, lluvia… Todo eso empezaba a componer lo que seria el semana a semana de los próximos 7 meses. 7 meses que jamás logre ni nadie logro vislumbrar. Pero lo emocionante e interesante de todo era el no tener idea de hasta cuando había que seguir, y aunque se intentase predecir, las cosas cambiaban y semana a semana era un nuevo aire, un recambio, un estimulo de lucha, de convicción ante las masas. Existía el convencimiento, realmente ya era convencimiento popular de que (ya superada la inútil discusión del financiamiento si era diferenciado o gratuito; digo inútil por que aunque defendí lo diferenciado, me hicieron ver y entendí la necesidad de la gratuidad) la educación debía ser gratuita, financiada por el Estado, y que las políticas sociales debían comenzar a renacer y la gente ya aburrida de 20 años de mierderio dormido comenzaba a gritar lo justo. Todo eso me pegaba día a día en mis momentos de reflexión, era como si no se me dejara en paz, aunque estuviera solo.
Nos vimos sobrepasados todos, no supimos que carajo hacer, y dentro de los 7 meses en total debemos haber acertado a un par de semanas (en predicciones) y todo el resto fue improvisar sobre la marcha. Y no sabíamos nada, pero comenzó a renacer una idea, que si bien en un comienzo no veía que fuera a funcionar, el proceso mismo me haría despabilar y enorgullecerme de ello.
Se comenzaba a gestar la necesidad de ampliar la discusión en la carrera y las asambleas (por toda la mierda interna) ya no eran eficientes. Una salida era la de dejar de lado ya todo, por sanidad mental, y alejarse tal cual lo hicieron otrxs militantes de distintas organizaciones, y creo que haberlo hecho me y nos habría ahorrado grandes angustias, momentos de colapso, enojos, peleas y llantos… realmente hubiera habido sanidad mental. Pero para ese entonces, en mis motivaciones ya no existía el “sentirme obligado” (como lo dije en un principio) a hacer, a trabajar y demases, sino que era algo que realmente quería, lo sentía y hacia despertar mis energías. Graciosamente es como cuando uno ve o lee material de corte revolucionario y cuando terminas, odias al sistema y quieres luchar con todo el FUA! (bueno, me paso con el primer zeitgeist, con La pesadilla de Darwin, la Batalla de Chile, escritos de Cienfuegos, entre otras). Ya no me sentía obligado a nada, mi motivación diaria era levantarme y caminar a la U, a ver en que carajo podía contribuir a la lucha social. Y (volviendo al tema), por tanto la salida no era marginarme, el sentir revolucionario ya no se adormecería por que viajara lejos. La salida, no fue salida, fue entrada… la alternativa al proceso fue el renacer del Colectivo de Sociología, en el cual yo no tuve un proceso muy bueno en el 2010, ya que estaba en decadencia y la verdad yo mismo me marginé. Pero ahora sentíamos la necesidad y queríamos probar. Vimos amigxs y compañerxs motivadxs y les comentamos la idea, al parecer ustedes la recibieron bien, por que hasta el día de hoy se encuentran presente.
Sin cánones ni prototipos; Así nació el colectivo de la carrera, compuesto en su gran mayoría por “mechones” y de 2do, con los cuales personalmente poco había compartido en cuanto a discusión política, actividades en general. Y poco a poco comencé a conocerlxs a todxs. Fue un doble desafío entonces el cual asumíamos todxs; el afiatar un grupo heterogéneo, políticamente difuso y no dejar de lado la calle y la lucha nacional.
El nacer del colectivo se lo deben atribuir todxs aquellxs que no pertenecían al anterior, por que los que estábamos antes lo habíamos disuelto. Por una cuestión de lógica, al fin y al cabo, el colectivo fueron aquellos que aunque no eran la voz hegemónica en los espacios de discusión, eran la fuerza movilizadora de la carrera, pues era cosa de ver que de los 30 o 40 de la carrera, eran 20 permanente del colectivo. El orgullo de esta herramienta ha de ser tomado con humildad, pero decisión, pues fueron quienes yo no conocía quienes dieron forma a lo que yo intentaba moldear.
Sin sentir desgaste, más que el físico (menor) era interesante ver como nos autodefiníamos colectivo de “Formación Sociopolítica” en base a la característica de ser gente nueva en el ámbito de movilizaciones, organización y luchas sociales. Pero mas interesante era ver como todxs quienes lo componíamos (orgánicos y no orgánicos) determinábamos la necesidad de la transformación del sistema, sin encasillar nunca esta transformación en los típicos cánones de Socialismo, Anarquismo, Social Democracia, Comunismo, Etc, etc, y todos los ismos. Y esta característica seria la que se llevaría en adelante, pues nuestras ganas estaban puestas en no dejar jamás a la carrera botada, pero mayoritariamente en ir formándonos las opiniones mediante la lectura y discusión, para así llevar a la práctica lo dicho.
Cada quien distinto, cada quien aporte y cada quien disidencia cuando lo creía pertinente. Acá no existía ni existe nadie como ejemplo, todos llevan a su forma el “militar”, y eso es lo que ha dado armonía al espacio. Teniendo en ese entonces 2 organizaciones presentes (ahora solo 1 por que Construcción Estudiantil se disolvió. . . Llora Panchi, jamás pudiste ser de Constru :D), y casi 18 miembros que no pertenecen a organicas, de distintas facciones, posturas, ideas, objetivos, etc… fuimos capaces (siempre cuesta por la característica obviamente) de sobrellevar discusiones externas, internas, formarnos, carretear, etc. La movilización nos juntó, y nos creamos.
Pero no todo era Colectivo y la alegría (y angustia) de lo nuestro, había lucha, desvelo y hasta sangre, y ni tan lejos (El 12 de Mayo si no me equivoco, con el disparo a la compañera de la carrera Pauli y la caída del foro por parte del compa de Sicologia Tomas (pescao) huyendo de un disparo)… en el mismo foro había sangre impregnada de enfrentamientos.
Es curioso el pensar en los “mambos”. Creo que todxs nos hemos cuestionado si participaríamos o no, y hasta que punto.
Las luchas sociales, los grandes cambios, jamás se han hecho sin violencia; en palabras del barbudo Marx (ni tan textual); “La violencia es la partera de la sociedad vieja de la que nacerá una nueva”. Y aunque en realidad, no me compraba el cuento de que estábamos en la crisis social precisa (coyuntura pre-revolucionaria perro! xD) para defender el actuar violento y de acción directa. Si crei (creo) firmemente en el actuar rupturista de la violencia. Frente a un gobierno indolente, y todos los anteriores también, que no nos quiere escuchar, ni mucho menos solucionar la carencia de políticas sociales para el pueblo de Chile. Que hace oídos sordos, pues entonces nosotros con piedras y fuego haremos la señal necesaria. Hay 3 características principales que me llaman la atención de este proceso de violencia;
1) Los cacerolazos como forma de manifestación rupturista, lograron convocar a cientos de miles en las noches para apoyar nuestra causa… no eran estudiantes, eran señoras, viejos, padres, nanas, vecinos, etc, etc… eran (son) esbozos de despertar colectivo y social. Y estaban dispuestos a recibir gases y agua por parte de los pacos a fin de mantener su postura firme.
2) La progresiva tecnificación por parte de los “encapuchados”, en donde del simple piedrazo fuimos testigos de una división del trabajo y uso de herramientas y conocimientos de corte “profesional” para enfrentar a las fuerzas represoras estatales; Sorprendente era ver a estudiantes de las facultades de Química y/o Biología preparando “soluciones liquidas” para los efectos de los gases, poniendo puestos de primeros auxilios en las afueras de su facultad, a costa de ellxs mismxs recibir los embates de carabineros. O también, la formación de “escuadrillas mineras”, en donde compañerxs picaban los pastelones para crear rocas y las acarreaban en baldes hasta los puntos de choque. Pero sorprendente fue el ver como se comenzaron a crear verdaderas trincheras, con sacos de tierra, troncos ensamblados, no solamente montados, rejas, rocas, etc… prácticamente la coordinación de la violencia era parte de la planificación diaria por nuestra parte, y las formaciones eran obligación en los enfrentamientos; pues estaban las hondas, las mechas, las pinturas y los palos(memorable el escuadron de los palos, que recuperaron 3 escudos y 2 lumas de los pacos, además de hacerlos correr del arco, hay una linda foto de eso).
3) Por ultimo, y a la cual mas vuelta se le da siempre, pues no es fácil de descifrar; La característica de estas luchas; La Capucha. Por que no era solo taparse para que no te funaran o te reconociera tu mamá en TVN o un profe. Hay mucho mas atrás de esa tela puesta.
No es solo un estudiante, poblador, trabajador, con una tela en la cara. Es la transformación, mediante la adopción, a un luchador social. Es el quitarse la cara de ciudadano y ponerse una cara de guerrero, de insubordinado, insurrecto, de opositor a todas las normas sociales que reprimen históricamente a nuestras familias, y pueblo en general. Como leí por ahí (estudiando); “El uso de la mascara es una manera de hacerse ver y de llamar la atención sobre el hecho de que es el otro lado, el lado del poder, el que se esconde detrás de una mascara de falsedad”. (Holloway)
No comparto en absoluto la postura de que solo la acción directa nos traerá la liberación, ni tampoco la opuesta, de que la violencia solo desvia las luchas y beneficia al poderoso gobierno… Creo en la violencia como herramienta de irrupción (actualmente) y seguramente, bajo condiciones históricas precisas, como la herramienta de emancipación por parte del hombre y la mujer para con el Dinero.
Pero dentro de todo, es innegable que el hecho de los enfrentamientos directos con las fuerzas del estado, el atacar bancos y farmacias, sumado al apoyo ciudadano a la conducta, fue lo que realmente comenzó a hacer temblar al empresariado. Llegaba a ser gracioso el ver como los medios solo hablaban de destrozos, destrozos, violencia, terroristas, inútiles subversivos, etc, etc… como salía Piñera (qliao) cada 2 o 3 semanas hablando de los abismales costos materiales a la propiedad privada, y solicitando el deponer las movilizaciones.
El trabajo de mas de 5 meses por parte de los medios de comunicación y los poderosos por desvirtuar el acto reivindicativo de la acción directa fue lo que finalmente hizo decaer los enfrentamientos. Ya no había apoyo ciudadano, lo habían logrado estigmatizar nuevamente.
Pero de mi memoria nadie sacara la imagen de señoras (ancianas) aplaudiendo a quienes arremetiamos contra los pacos y los hacíamos correr hacia la Peru. O el relato de aquella señora que en valpo le quemaron el auto y dijo; “Si los estudiantes tienen que hacer esto para que los tomen en cuenta, entonces que el gobierno se ponga los pantalones y los tome en cuenta”… su auto no importaba, le importo mas que el gobierno indolente, el estado empresarial y la clase política en su conjunto no querían considerar ni menos dialogar con quienes pedían cambios estructurales.
La capucha, como símbolo de rebeldía, es la que nos llevo a muchos hacia momentos cruciales en cuanto al asumir políticas, al asumir posturas, a la reflexión del Que Hacer… a crisis exsitenciales y problemas personales…
La capucha como símbolo de lucha e insubordinación, pues fuera de ella, somos estudiantes funcionales, que cancelamos nuestro arancel y mantenemos el comercio de créditos funcionando.
Con el desenlace; que se comenzó a gestar terminando Septiembre, en donde ya las tomas estaban vacías, las marchas ya se habían adaptado y eran funcionales al sistema, la acción directa ya había sido lo suficientemente estigmatizada para no tener respaldo (ya no se volvieron a ver los 2 mil capuchas en el foro), el Gobierno nos cerro las puertas al dialogo y pateo todo al Parlamento, desviando el conflicto hacia “la ley de presupuesto”… nuevamente cayendo todo en términos de cuanto $$$ nos llegara y no del fondo político y el proyecto país que buscamos. Era el peor de los resultados posibles, ya que ni siquiera habíamos logrado amarrar de manera concreta lo interno. Creo que ese fue mi momento de mayor angustia, en donde ya nada podía ser peor… Lo bueno de eso, es que entendía que lo poco y nada que se “sacara en limpio” de esa situación, seria bueno, y de ahí en adelante todo seria mejor (por mas obscura que se vea la nube, agua pura saldrá de ella) y la dedicación fue 100% a los amarres internos de democracia, creo que webie mas de 1 mes para que 20 personas me prestaran atención, pero no me importaba, esas 20 personas dispusieron su voluntad y la voz de sus carreras a generar una pauta de democratización, que nos cimentara el camino a profundizar esta democracia, y así comenzar a tener real injerencia en las decisiones cupulares (no por eso siempre malas) de la facultad.
Lo que se logro, era lo que buscábamos lograr… de ahí los juicios de valor, son de cada uno y no me intereso volcarme a darle vueltas al asunto.
El volver a clases estaba a la vuelta de la esquina y yo ya vislumbraba mi futuro inmediato, organizando las elecciones de la Federación… sabia que me iba a ir al Carajo si no me organizaba así que me dedique a prepararme, a mi compañera, a mis tiempos, mis responsabilidades. Etc… de todos modos, ME FUI AL CARAJO IGUAL.
Dentro de todo (y perdón lo extenso, al parecer la idea nacio por mi necesidad de escribir mas que por otra cosa) siempre siento alegría del proceso;
Al cabo de 1 año mi circulo cercano crecio considerablemente, no solo políticamente, sino que personalmente. Hoy por hoy considero a mas de 20 personas como mis amigos y compañeros, cosa que antes era lo uno o lo otro. Y no solo eso, son a quienes yo acudo cuando me siento acomplejado o aproblemado, ya sea personal y políticamente (son unidas).
De toda la selva de conflictos, discusiones, hechos, y demases, logra salir un destilado de ideas y convicciones, que intente reflejar aquí.
En donde la política del revolucionario, la política de resistencia y accionar anti sistémico no pasa por la cantidad de libros, de documentales, simposios y demases a los que uno se las mama. Pues fue el colectivo mismo que me mostraba que aunque no hubiera bibliografía, siempre había buena política, buenas intenciones y objetivos inciertos, pero no obscuros. Y fue esa política la que me llevo a madurar ciertas cosas. Y es gracioso mirar para atrás, por que me recuerdo ignorante, sin claridades, etc… ahora no me creo bacan tampoco, tengo claro que en 5 meses quizás, el recordarme ahora me generara la misma sensación. Y es la idea… el irse construyendo, y convirtiendo objetivos utópicos en realidades. El ir haciendo y actuando, sin saber completamente lo que eso provocara, para después mirar hacia atrás y darse cuenta que cada simple paso es gestor del ahora y de lo que viene. Guiados por una moral humanitaria, una moral revolucionaria; La humildad, dedicación, compromiso, compañerismo, autocritica, amor por todxs. La generalidad de los valores que siempre se “desea tener”. Moral que comenzó a masificarse, a ser contra hegemonía (y no me refiero a la moral del Che, pa que no se emocionen algunos), y el despertar de una sociedad chilena adormecida a punta de cañón y miedo, de mentiras y mascaras… en donde nos privatizaron todo y nadie dijo nada, hoy la gente reclama que lo que hay en Chile es para los chilenos, y si vivimos mal, entonces debemos recuperarlo.
Por ultimo; Me entiendo hoy, como aquel que debe ser el motor de transformación estructural del sistema, de manera total. Pero que esto solo se gesta y se gestará el dia que se asume por completo la convicción de esta transformación, que se asume también el ser un agente político por completo, y que la transformación MACRO solo pasara cuando las condiciones MICRO políticas (y sociales) así lo quieran… El querer ser revolucionario no pasa por hablar rápido y con verborrea tipo Miguel Enríquez, ni mucho menos pasa por el ponerse ropa “TIPO”, sino que pasa por el asumirse gestor de un proyecto social distinto y como tal, has de cambiar desde lo mas pequeño el mundo, para que sea esta sociedad distinta; “El hombre nuevo” decía un barbudo guerrillero. También pasa por la humildad de entender que las condiciones no son las de la Rusia del 1917 o de Chile en el 70, y como tal, me asumo como impulsor de un proyecto pero no como la vanguardia de este… (nuevamente) el asumir las convicciones, y dedicar mi vida cotidiana y en cualquier parte a ellas… desde donde este parado, con quien me quiera acompañar.
Si hoy tuve la suerte de dar estos pasos de convencimiento, y de vivir el como la sociedad comienza a gestar gritos de lucha, de cambio, y fue en conjunto y gracias a todxs, entonces doy el paso adelante a contribuir a estos gritos y a esta lucha para todxs.
Ante la indolencia de una clase política frente a su pueblo, ante normas represivas y explotadoras que en nada benefician al hombre y la mujer cotidiana, ante la más “moderna” forma de aniquilamiento popular… el ser insubordinado, rebelde y revolucionario ha de ser la vía correcta de humildad y solidaridad a la diversidad del pueblo en su conjunto.
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